Con la internalización de las empresas, es cada vez más habitual, la movilidad de los trabajadores, lo cual, conlleva una serie de gestiones y trámites de alta complejidad. Además del control y gestión de trámites, la expatriación es un proceso que demanda compromiso tanto por la parte el empleado que se traslada, como por la parte de la empresa matriz.
El objetivo es conseguir una adaptación del empleado en su país de destino a todos niveles, y hacerlo en el menor tiempo posible. Por todo ello, tanto la empresa como el empleado necesitan un equipo que ofrezca un soporte de expatriación global de calidad, que cubra todas las necesidades legales, administrativas y de gestión.